martes, 27 de septiembre de 2011

Oírte, tenerte, cautivarte...

Oírte en la noche, y que el
sonido de tu voz retumbe
en el silencio del tiempo que
transcurre en soledad y esperas
interminables como barcos que
tarde zarpan y besan puertos
arrastrando el ancla

Las cosechas de la paciencia que
terminan en derroches fortuitos,
pasiones en letargo,
los besos que te prometo
y el deseo que te guardo

Oírte, seria delicioso,
mientras los ojos se cierran
despidiendo las horas,
fingiendo que la vida para,
que los amores descansan
y las ganas se ausentan.

Oírte y luego… tenerte.
Y desatar el furor de las almas
Dar paso a los deseos inclementes

Tenerte; y ser tuya entonces
Y pertenecernos aun siendo distantes
Como amantes lejanos y
cautivos
Que se creen libres en los
momentos de entrega

A la clandestinidad, unos
cuerpos que reposan luego de
la hazaña triunfal

Cautivarte, ser tu musa
de mil proezas
Y la artista de de tus placeres

Solo a vos..

Oírte y tenerte,
Y cautivarte
Siempre…

2 comentarios:

Gracias por tu visita.
nos vemos otro día..
abrazos.