Los poemas de la mente
Escurridizos como el agua
Los versos perfectos y la rima sin fin
No dejan que los cuentes
No esperan nada.
Se escapan de la boca al olvido ruin.
jueves, 15 de noviembre de 2018
Flotando
Te vi caminando, alto lánguido y desgastado
Con el paso lento de quien tiene el dolor a cuestas, casi flotando como una sombra de sí mismo,
con la mueca cruel de indiferencia ante el destino
El silencio del tiempo acompañaba tus pasos, la complicidad del vecino te aparta la cara,
nadie interrumpe la miseria ajena, nadie se atreve a cruzar una mirada.
Quise irrumpir en tu vida, hacer en tu camino una parada, moría de miedo pues estoy escondida, como vos y tus pasos, como vos y la nada.
Nuestros andares son siempre los mismos, el mundo gira sobre su soberbia y no quiera el destino y nos arrepentimos y acabamos con esta miseria.
Con el paso lento de quien tiene el dolor a cuestas, casi flotando como una sombra de sí mismo,
con la mueca cruel de indiferencia ante el destino
El silencio del tiempo acompañaba tus pasos, la complicidad del vecino te aparta la cara,
nadie interrumpe la miseria ajena, nadie se atreve a cruzar una mirada.
Quise irrumpir en tu vida, hacer en tu camino una parada, moría de miedo pues estoy escondida, como vos y tus pasos, como vos y la nada.
Nuestros andares son siempre los mismos, el mundo gira sobre su soberbia y no quiera el destino y nos arrepentimos y acabamos con esta miseria.
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