sábado, 5 de noviembre de 2022

Camino al norte.

 Que rico sentir la brisa en la cara,

sentir el viento tocar mis mejillas.

Que hermosas las montañas azules detrás de la inmensidad verde del campo,

Es una bendición a los ojos.

Hoy llueve en el camino, pero me siento en paz. Me voy adentrando al hogar que tanto extraño.

La naturaleza es la maestra del equilibrio. Entre destrucción y calma, conserva su belleza después de ser arrasada,

nos acuna, nos arrulla, nos canta.

Y yo me siento feliz entrando en sus brazos que aguardan.


Mi abuela y abuelo.

Veo el amor,

El amor puro del compañerismo,

El cuidado y la empatía,

El conocerse íntimamente,

Desde la carne hasta el alma,

Comunicarse con el pensamiento

Y con risas entenderlo todo,

Oigo susurros en la noche,

Y veo besos en las mañanas.

He visto 31 años de amor,

Pero sé muy bien que son 54.

Veo los lazos de dos almas viejas,

Antiguas como el mundo,

Dos seres navegando una vida entera,

Incluso más que esta,

Quizá, tantas otras existencias

Quizá han sido hermanos, primos,

Hijos o amantes,

Quizá son llamas gemelas

Un caos de poder,

Un caos de gloria,

He visto sus años y su complemento,

Su complejidad,

Su amor y su guerra.

Los veo andar, de la mano todo el tiempo,

Con la palabra amor en la boca, en la carne y en el alma,

Haciendo y siendo el amor mismo en cada paso, ayudándose a andar en cuerpos pesados y almas ligeras,

Entendiendo el camino y sus esperas,

Confiando en llegar al puerto.

Veo el amor, los veo.

miércoles, 26 de octubre de 2022

Deseo.

Quiero acariciar tu nombre,

Perderme en tus ojos,

Pasar mis dedos por tu nariz,

Conocer tus labios,

Morderlos, besarlos,

Quiero sentir tus manos,

Entrelazarme en tus dedos,

Caminar cerca de tus pasos,

Sentarme en tus piernas. 

Quiero oír tu voz,

Susurrando,

Hablando,

Creando y creyendo.

Siendo.

Nos quiero siendo.

Viviendo,

Disfrutando.

Atreviéndonos.

Nos imagino reales,

Como deseo cumplido,

Como un libro escrito,

Y ahora leído,

Quiero ver al pasado 

y recordar esta noche

En la que espero,

Te busco,

Te leo,

Te veo,

Imagino,

Y deseo. 

lunes, 24 de octubre de 2022

Lust

Mi cuerpo arde,

Mis manos tiemblan,

Mis mejillas se queman,

Entre las piernas, hoguera,

Mi cuerpo es fuego,

Mi alma en llamas,

Mi mente estalla,

Mis dedos se mojan.

Mis labios se abren, 

Mi lengua espera. 


martes, 11 de octubre de 2022

Miedo

 Hay una idea que no me deja ser, que no me deja estar, que se queda detrás de mi cabeza, en el rincón de la memoria, donde no puedo entrar.

Está ahí, como un susurro, como un grito, como una gota que cae y cae, persistente y nefasta. Pero no la puedo callar.

Hay algo que me cierra la garganta, que me hace temblar, que me congela los dedos y me eriza la espalda, que me persigue sin moverse. Que está siempre atrás.

Me siento pesada, confundida, sin poderme concentrar, porque regresa el frío, el miedo, la ansiedad.

La sensación del vacío, la sensación del mal, el sonido de la tormenta que no quiero escuchar.

lunes, 19 de septiembre de 2022

Tus ojos

Busco tus ojos esquivos,

Los busco pero no sé por qué.

No recuerdo en qué momento comencé a buscarlos, 

Y te juro que no es lo que planeé.

Hay algo, que no descifro, y que me espanta, 

Caigo como hormiga en una red,

Los busco, con temor e inocencia,

Atrapada en la esperanza de un "tal vez". 

viernes, 15 de julio de 2022

Oscuridad

Hay un silencio desgastante, el que viene después de una lluvia de palabras. Hiere como mil navajas afiladas, es la cúspide de la ira.

El silencio que se hace en la penumbra, cuando todo queda solo, cuando cerramos las puertas de golpe, cuando rompemos todo.

Las emociones vienen como remolinos, como sentencias cumplidas, como prueba viviente de lo que guardamos y no decimos.

El dolor, un dolor intenso, agudo, profundo y continuo; que no permite respirar, que sólo sale gritando, golpeando las paredes, mordiendo los labios, sangrando.

El cansancio, el agotamiento que produce la ira, el dolor, el desencuentro.

El hastío, la sensación de ya no querer más, ya no poder más, ya no soportar más.

Y seguir... 

Hundiéndose cada día. 

Flotando, 

y luego, cayendo. 

En el silencio,

Las emociones, 

el dolor, 

el cansancio, 

el hastío 

y la nada. 


sábado, 19 de marzo de 2022

La mujer para casarse.

 Eras lindo, dulce, tierno.

Conversábamos hasta medianoche, reíamos enamorados.

Nos besamos en medio de la tormenta en la paz de la montaña.

Y en el camino nos tocamos como si la piel se nos acababa.

Vivíamos una aventura, de conversaciones profundas, de "almas" que se conectaban.

Debatimos la fe, la religión, la política, el mundo. Crecíamos.

Caminamos de la mano.

... Y de repente.

La distancia, el silencio. Algo pasaba y no entendía.

Hasta que apareciste.

Tu despedida, mi herida.

Pocas veces me sentí tan rota.

Era lo mejor que le había pasado a tu vida,

Me querías, me ibas a querer por siempre,

Estabas pensando en mí, dijiste,

No dejo de pensar en vos, siempre te voy a querer. Sos lo mejor que me ha pasado. Soy feliz del tiempo juntos.

Hoy por la tarde me caso.

... 

Y todo se rompe.

Regreso a la banca, al sitio de espera para las mujeres que no son para casarse.

Las que son para amar desde la añoranza.

Los amores eternos de cartas secretas.

Los romances de años, en la clandestinidad y el silencio.

Que te vaya bien, en tu cárcel social.

En tu burbuja decorativa.

En la asfixia de amar a quien no está.

En la venganza del destino que te es verme seguir con mi vida. Verme feliz. Libre.

Porque me quisiste por ser libre y por eso me dejaste.

Pues bien, yo aprendí a ser libre y ser amada pero vos, vos sólo aprendiste a amarme.


Lecciones

Recuerdo cuando bailamos a la luz de la luna una canción romántica en la carretera, y que hiciste un disco con la música que con el tiempo aprendiste que me gusta.

Recuerdo que me abrazaba con la "mantita" cuando tenía crisis de ansiedad.

Y que oíamos canciones viejsimas y te encantaba que las disfrutara a pesar de mi edad.

Recuerdo que querías un hijo, que iba a ser bonito pero sin compromisos.

Recuerdo que me eras infiel y tus celos eran terribles.

Que me llamabas ebrio para decirme que me querías y el siguiente día ni lo recordabas.

Que no me buscabas nunca y nos veíamos sólo si yo llegaba.

Que me juzgabas por mi libertad sexual y te incomodaba.

Que me hacías sentir insuficiente.

Y que, finalmente una noche en un mensaje me dijiste "seguí con tu vida" y nunca más supe de vos.

Es así que aprendí de "los grandes y los pequeños gestos", aprendí que por muy románticos que sean los pocos momentos, no son suficientes si a la suma de las cosas, son lo menos.

Aprendí mucho de mi valor propio, pero también del valor ajeno, de que hay personas que parecen de cuentos y en efecto lo son. Son irreales, son fantasías y cuando la vida los toca, se desintegran como castillos de arena.

Aprendí, que a la vida no hay que tenerle miedo, ni a las verdades, ni a la soledad. Que la fuerza llega cuando la necesitamos y que la sabiduría del tiempo es lo que nos cura.


Aprendí a amarme y aprendí a amar.