Que rico sentir la brisa en la cara,
sentir el viento tocar mis mejillas.
Que hermosas las montañas azules detrás de la inmensidad verde del campo,
Es una bendición a los ojos.
Hoy llueve en el camino, pero me siento en paz. Me voy adentrando al hogar que tanto extraño.
La naturaleza es la maestra del equilibrio. Entre destrucción y calma, conserva su belleza después de ser arrasada,
nos acuna, nos arrulla, nos canta.
Y yo me siento feliz entrando en sus brazos que aguardan.
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nos vemos otro día..
abrazos.