Eras prohibido y yo te deseaba.
Eras un tipo y yo lo creía.
Eras arrogante y lo detestaba.
Tenías buen sexo... ¿quién lo diría?
Lo hacías divino y lo disfrutaba.
Sin embargo el destino quiso que un día,
al toro más grande yo despreciara.
al toro más grande yo despreciara.
Tragaste tu brama, querido Marqués,
Tragaste tus tonterías de medio-burgués.
Cosas de la vida y sus tonterías pero
Por la boca, muere el pez.
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Gracias por tu visita.
nos vemos otro día..
abrazos.