martes, 31 de octubre de 2017

Padre:

Escribo nuevamente sobre vida y sobre muerte, nos soltaste la mano a medio camino. Nos dejaste como criaturas que a penas andan en tu ausencia, tapándonos del frío y del horror.

Tu falta es inmensa, lo llena todo de este vacío sin fin, lo que antes llenaba tu risa y tu voz sonora hoy es un silencio gris.

Lloro, grito, estoy llena de rabia con la vida y con Dios; no he podido decir gracias por un nuevo día desde que en ese día no estás vos.

Te extraño tanto, te extraña mi madre, no logramos dejarte ir y debemos hacerlo para que tu alma descanse pero nosotras quedamos aquí.

Siento que me quiebro y que me clavan puñales, siento que me asfixio y no sé ni qué decir, fuiste para mí un padre pero aquella mañana fatal te perdí.
Te amamos siempre, y te recordaremos siempre y siempre vas a estar aquí, en cada paso que dé, en cada decisión que tome, acudiré a tu consejo que siempre pedí.

Gracias.

Oct/ 10 / 2017 L.A.M.S

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu visita.
nos vemos otro día..
abrazos.