Apareció de la nada, como regresando de la muerte
yo me ya me había prometido vida en su ausencia.
Lo extrañaba tanto..
Luego nada más, como quien toca a la puerta y se va.
Pero detrás de las paredes ha dejado tormentas desatadas
y no lo sabe.
O no le importa.
-Yo sigo caminando y sólo pienso detenerme
para estar segura de que pusimos bien el cerrojo.
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nos vemos otro día..
abrazos.